Estamos atravesando por una transformación sin precedentes. La nueva revolución informática va a pasos acelerados. La conectividad se convierte en un eje central que marcará el futuro de la sociedad y economía. Sin embargo, ¿cómo nos preparamos en el país para asegurar un progreso sostenible a largo plazo? Fomentando tecnologías que impulsen la nueva dinámica del sector de telecomunicaciones.